Friday, June 10, 2011

Un cubano le hace los tostones a la Reina Isabel de Inglaterra

La familia real británica es adicta a los manjares de la cocina cubana
gracias a su cocinero pinareño Elio Gutiérrez, quien en una entrevista
exclusiva para Olé reveló los secretos de la vida cotidiana en el
Palacio de Buckingham.

Elio Gutiérrez, master chef de la familia real

Olé: ¡Hola Elio! Cuéntanos como un cubano logró llegar al Palacio de
Buckingham y convertirse en el chef favorito de la Reina Isabel.

Elio: Bueno, la historia es larga. Espero que tus lectores tengan
tiempo. Yo nací en 1975 en Pilotos, que es un pueblecito de Pinar del Río tan pequeñito que allí todo el mundo se conoce. Es como una gran familia, pero ofrece pocas oportunidades, y dentro del comunismo aún menos. Tengo un hermano
gemelo llamado Delio. Cuando teníamos tres años mis padres después de
mucho sacrificio lograron una permuta para Consolación del Sur, que
queda cerca de Pilotos pero que es un pueblo mucho más grande y donde existían más posibilidades de superación. Allí mi padre encontró trabajo como carpintero y pudimos lograr reparar nuestra casita. Pero en 1980, como sabes, surgió lo de
la Embajada del Perú y mi padre decidió que esa era la oportunidad
perfecta para salir de aquel infierno. Nos pusimos nuestros mejores
trapitos y nos lanzamos hacia El Mariel en guagua, carretones, camiones y hasta a pie. La cuestión era llegar. Estuvimos 5 días en El Mariel hasta que nos montaron en un bote que se llamaba El Cuñataí y en unas horas ya estábamos en Cayo Hueso.

Olé: Debe de haber sido algo espantoso para un niño de cinco añitos.

Elio: Todo lo contrario. Mi hermano Delio y yo lo disfrutamos enormemente.
Era todo como una gran aventura. Había tanta gente y de esa gente
emanaba una energía y una euforia tan grande que era totalmente contagiosa.
Estábamos todos como en un trance, como viviviendo un sueño del cual no
queríamos despertar. Luego, la realidad en Miami fue muy dura.
Empezar de cero. Sin nada. Mi padre encontró trabajo en McDonalds, que
fue su primer empleo. Y mi madre encontró trabajo en La Tijera que era
una tienda muy popular en Miami en aquel entonces, pero que ya no
existe. Pero mi padre es ebanista fino y su sueño siempre fue montar
su propio negocio. Con mucho esfuerzo lo consigió y hoy es dueño y CEO
de Gutiérrez Baby Cribs, Inc. que es una empresa que se dedica a tallar
a mano cunas de maderas preciosas para bebitos de personas pudientes.
Mi padre recibe pedidos de todos los Estados Unidos, de Australia y
tambíen de Europa. Ni te digo el precio de cada cunita porque no me lo vas a creer, pero de veras que lo valen, porque más que cunas son obras de arte. Entre sus clientes se encuentran figuras de Hollywood como Angelina Jolie para
quien mi padre ha confeccionado las cunas y camitas de todos sus hijos
tanto propios como adoptados. Esas las hace mi padre personalmente, no sus empleados.

Olé: ¿Y cómo es que eliges la carrera de chef?

Elio: Bueno, a mí lo que más me llamo la atención al llegar a Estados
Unidos fue la comida. La gran variedad de comida que existía en Miami . Y las
frutas, sobretodo las frutas. Yo jamás había visto una manzana o una pera en Pilotos ni en Consolación, y mucho menos algo tan raro y exótico para mí como un
higo o un dátil. Ver tantas frutas, vegetales y platos hasta entonces
desconocidos para mí me hizo sentir un gran aprecio e interés por la gastronomía.
Después que terminé mi high school en Miami , me fuí a Boston donde
estudié dos años en la Cordon Bleu East y ahí conocí a una chica nacida
en la Argentina de padres ingleses llamada Martita Hunter, quien es hoy
mi esposa y la madre de mis hijos. Cuando terminamos nuestros estudios
en Cordon Bleu East nos vinimos a Londres donde me matriculé en The Royal Academy of Culinary Arts. Ahí me hice Master Chef.

Olé: ¿Y como logras entrar en el Palacio de Buckingham?

Elio: Eso me costó mucho tiempo y trabajo, pués la familia real exige
los mejores cocineros del mundo. Yo era el chef de un restaurant
londinense que se llamaba Great Expectations, como la novela, y un día
fue a comer allí el Duke de Rutherford-Leigh. Los dueños de Great
Expectations eran dos ingleses que habían viajado por todo el mundo y
eran grandes conocedores de la gastronomía de varios países. Habían
visitado La Habana en muchas ocasiones y me pidieron que incorporara
al menú del restaurant algunos platos típicos cubanos. El menú de
Great Expectations era muy variado y contenía platos de todas partes
del planeta.
El Duque de Rutherford-Leigh pidió ropa vieja, congrí y yuca frita.
Plato que para nosotros es el pan nuestro de cada día, pero que para él
resultaba algo nuevo, exótico y delicioso. Le gustó tanto la ropa vieja
al Duke de Rutherford-Leigh que pidió conocerme y siguió viniendo
asiduamente al restaurant a pobrar otros platos cubanos. Como la ropa
vieja con congrí y yuca frita era el único plato cubano en el menú de Great Expectations el Duke llamaba con una semana de anticipación, pedía hablar conmigo personalmente y ahí coordinábamos un menú especial para él y sus invitados. Así pasó más de un año hasta que un día recibí una llamada del Duque diciéndome que había una plaza disponible en el palacio para un master chef y que él me había recomendado. Me presenté en Buckingham y me pidieron que elaborara un menú típico cubano, lo cual era imposible pues no existe en Londres manera de conseguir los
ingredientes. Les expliqué que habría que pedirlos a Miami y se demoraría una semana. Ya mi hermano Delio a través de su compañía de importación-exportación se encargaba de abastecer a Great Expectations de yuca y frijoles negros. Le pedí a él una lista enorme de ingredientes y le elaboré a la familia real una soirée
cubana. Quedaron encantados y fuí contratado inmediatamente.

Olé: ¿Y que platos cubanos come la realeza británica?

Elio: Bueno, todos tienen gustos diversos. Por ejemplo, a la reina le
encantan los tostones de fongo rellenos de camarones al ajillo y la sopa de
malanga. A su esposo, Prince Philip lo que le priva son las frituritas
de seso. Charles es adicto a los platanitos tentación y al congrí con chicharrones. Camila al arroz con pollo. Los príncipes, tanto Harry como William, son bien dulceros. Para ellos elaboro boniatillo y buñuelos pinareños que llevan un toquecito especial de nuez moscada con canela fina de la India . Por lo general
una vez cada dos semanas confecciono un menú totalmente cubano. Los
demás días el menú varía y puede ser algo típicamente inglés, o
francés, o vietnamita. No olvides que yo cocino de todo pues por algo soy master chef. Además, en palacio hay otros 25 master chefs que trabajan full-time para la familia real y cada uno de ellos tiene sus propias especialidades. El menú es increiblemente variado y sofisticado con platos de todo el planeta. Los ingredientes llegan a través de British Airways o Virgin Atlantic de países tan diferentes como Corea o Senegal . Los ingredientes para las comidas cubanas me
los envía mi hermano directamente a palacio desde Miami todos los
martes en el primer vuelo de British Airways y son siempre frescos y de
óptima calidad. El tiene un contrato directo con Buckingham Palace , o
sea que no sólo trabajo yo para la familia real, sino que mi hermano
también, aunque lo hace desde Miami.

Olé: Tal parece como que has encontrado tu propio paraíso terrenal.
¿No tiene gajes el oficio?

Elio: Sí, muchos. El principal es que tengo que vivir en palacio
mientras mi esposa e hijos viven en las afueras de Londres. Buckingham tiene 188
habitaciones donde vivimos la mayor parte del staff, los de la cocina y
los que se encargan de otros quehaceres en el palacio. Yo trabajo tres
semanas consecutivas y tengo una semana al mes libre para estar con mi
esposa y mis hijas Blanquita y Maruja.
Para serte sincero, esa es mi única queja, que no puedo dedicarle más
tiempo a mis hijas. Pero lo cierto es que vivo en un mundo de palacios y
esplendores. Es como una fantasía que vivo ilusionado como si fuera un cuento de
hadas.
Una fabulosa fantasía de un mundo maravilloso. He conocido a las
personas más famosas de nuestro tiempo desde Elton John hasta el
presidente Obama y te puedo decir que a la gran la mayoría le encanta
la cocina cubana, de lo cual estoy muy orgulloso porque sobre todas las
cosas, soy cubano. Me veo como el embajador de nuestra cultura en Inglaterra y me siento muy orgulloso de haber nacido en la tierra más bella que ojos humanos vieron. Que un Marielito de Pilotos le haya enseñado a la realeza británica a
disfrutar de un buen ajiaco y de una buena sopa de pichón tiene su cosa, ¿no? Yo creo que los tostones de fongo rellenos con camarones al ajillo hasta le han abierto a la reina el apetito.

No comments:

Post a Comment