Hay días como el de hoy en los que sencillamente me encanta mi trabajo. Mi reportaje de hoy trató sobre las resoluciones que las personas hacen con motivo del año nuevo y me reí al escuchar que la meta de una muchacha era comer más pescado en el 2010. Ahorrar dinero, bajar de peso y dejar de fumar son las resoluciones más populares entre los estadounidenses. La parte que más disfruté de mi reportaje fue sentarme a entrevistar a Sergio Llanes, motivador, psicólogo y escritor, y escucharlo decirme que existe la nostalgia y la melancolía que se asocia con la depresión en la temporada festiva. Añadió que el clima y la falta de sol influyen en el estado anímico de las personas y hasta las campanas de los villanciclos invitan a ser más reflexivos, siendo el sonido de éstas más nostálgico. Muchas personas recuerdan a los seres queridos que están lejos, o definitivamente ya no están. Pero obviando todos los factores, el psicólogo le pide a las personas que celebren y se mantengan alegres porque lo que se está celebrando es el nacimiento de Jesús.
Me pareció interesante su opinión de que el postergar constantemente es un defecto humano. Todos nos proponemos cosas para el año nuevo y postergamos comenzarlas a vivir, o hacer hasta una determinada fiesta; en vez de hacer lo que deseemos desde ya. Llanes me habló sobre la importancia de tener voluntad para decidir y tomar decisiones con firmeza. También me habló sobre nuestros pensamientos, los que según él, nos pueden llevar al exito, o bien pueden destruirnos. Estoy 100% de acuerdo con esto último. Por otra parte, opino que todos necesitamos psicólogos, motivadores, o simplemente personas que de vez en cuando nos recuerden las lecciones valiosas que muchas veces sabemos, pero olvidamos. Llanes me habló sobre la gran fuerza interior que todos llevamos dentro y me repitió la frase que por años lleva diciéndole a sus pacientes en terapia: "todo pensamiento sostenido se convierte en realidad".
Salí de la entrevista creyéndome que tenía el mejor trabajo del mundo, porque éste consiste en hablar y aprender de diferentes personas. Sorprendentemente al salir de allí fue a otra entrevista y conocí a Carlos Cabrera y a su hermosa familia de cuatro hijos. Carlos vino de Cuba en balsa, tras tres días en el mar pisó la tierra de Cayo Hueso, lo devolvieron a la base naval de Guantánamo, estuvo detenido allí por 9 nueves mese y finalmente llegó a Estados Unidos. Este año Carlos se vió por primera vez sin trabajo y a punto de perder su casa. Sentarme frente a ese hombre y escucharlo hablar de cómo Dios lo ayuda en todo y está aprovechando para estudiar ahora que no tiene trabajo, me hizo concluir que nunca se deja de aprender y que reportando puede que aprenda yo más de lo que informo a la gente. Además de que yo trabajo haciendo mis hobbies predilectos: hablar con la gente, aprender cosas nuevas y leer.